Hoy, un hombre sabio me contó un secreto: "A un hijo se le empieza a educar treinta años antes de que nazca". Le enseñamos a mirar lo que hemos aprendido a mirar, a sentir lo que nos gusta sentir, a amar como vimos amar... le ayudamos a ser él mismo, como nos empujaron a ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario