jueves, 10 de diciembre de 2009

magnetismo y piedra





Ver cómo el agua ha esculpido la piedra durante siglos me ha
permitido reflexionar sobre la persistencia de un suave gesto; y cómo
los gestos persistentes conviven entre sutilezas.
Algo tan frágil como un pequeño torrente de agua me sorprende al dejarnos formas-testigo de su capacidad de hacer fluir a la piedra.
Sin imponer golpes severos, moldeando con sutileza,
sin prisas, con la única meta de fluir haciendo del momento presente
poesía, con el único fin de dejarnos metáforas en el espacio y el tiempo.