La belleza, representada en los rostros de las mujeres en la historia del arte, no es ni anoréxica ni de plástico. En sus ojos se intuye una personalidad activa que nos remite a un interior complejo. ¿Por que nos venden ahora la belleza de seres inertes, hombres y mujeres, homegeneizados por una posición pasiva que se ofrece a ser consumida por la mirada?. ¿Es el ojo lo que mira o desde donde se reconoce a una persona?
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